Concreto transparente, una innovación en el ahorro de energía

Desde sus comienzos, el ser humano ha modificado su entorno para adaptarlo a sus necesidades. Para ello ha hecho uso de todo tipo de materiales naturales que, con el paso del tiempo y el desarrollo de la tecnología se han ido trasformando en distintos productos mediante procesos de manufactura de creciente sofisticación.

Los materiales naturales sin procesar (arcilla, arena, mármol) se suelen denominar materias primas, mientras que los productos elaborados a partir de ellas (ladrillo, vidrio, baldosa, concreto, etc.) se denominan MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN.

Casas, centros comerciales, oficinas, supermercados… Vivimos rodeados de construcciones y edificaciones, sobre todo de la arquitectura de concreto. La gran mayoría de los elementos de nuestras ciudades están hechos de este material ya que es estructuralmente resistente y permite la realización de grandes edificios en un corto plazo.

Es común que cuando se diga “concreto”, se tienda a imaginar una masa pesada, sólida y gris. Es por esto que, normalmente se suele incorporar otros materiales como vidrio y metal a las edificaciones. Justamente en esto fue lo que pensaron los arquitectos italianos de Italcementi Group.

Este grupo de desarrolladores lograron crear el cemento transparente, denominándolo “i.light”. Este cemento es una mezcla de concreto común con una resina transparente de plástico en forma de bastoncitos que se introducen dentro de la mezcla sin comprometer la integridad estructural de los edificios.

Dependiendo de la cantidad de bastoncillos introducidos en la mezcla de concreto se logra una mayor o menor permeabilidad de éste, por ende, al momento de construir se puede regular la cantidad de luz que va a ingresar a determinados espacios.

Este invento funciona en ambos sentidos; durante el día, la luz se cuela a través del hormigón permitiendo que los espacios interiores se iluminen. Sin embargo, durante la noche la luz producida al interior del edificio, sale a través del hormigón e ilumina los espacios circundantes, como las calles.

EL PABELLÓN ITALIANO EN LA EXPO MUNDIAL DE SHANGHAI 2010

Las ventajas prácticas de este invento se pueden notar en la construcción que el mismo grupo Italcementi presentó para la Feria China en 2010. La naturaleza es el elemento fundamental y central para el proyecto italiano.

“La luz fluye dentro a través de las paredes de cristal de 20 metros cubiertas de vidrio, que crean un efecto visual particular. Las aperturas especiales en las paredes sirven como reguladores bioclimáticos para capturar y liberar aire cálido y frío, de acuerdo con las temperaturas del exterior y el interior. Los materiales usados resisten movimientos sísmicos, tifones y otros desastres naturales” (Filippo Imbrighi, arquitecto del pabellón Italiano).

El pabellón es una estructura asimétrica y que además, incorpora diferentes tecnologías que lo convierten en un edificio medioambiental y sostenible. Al incorporar el cemento transparente “i.light”, se logra reducir la cantidad de energía que se debe usar para iluminar los espacios interiores.

Del mismo modo, durante la noche la luz que expele el edificio sirve para iluminar los espacios que rodean al pabellón. Además, se complementa el pabellón con celdas fotovoltaicas que genera la poca energía eléctrica que el edificio utiliza.

Se puede concluir que para nuestras ciudades, hechas casi puramente de concreto, un invento como el cemento transparente podría significar un gran ahorro de energía. El uso de esto, proporcionaría un ingreso de luz natural sin comprometer la integridad estructural ni la calidad aislante de la misma masa de concreto.