Redactado por: Ing. Wilmer Colina | 17/10/2017
Las luminarias LED, al igual que
cualquier producto del mercado, está
sujeto a la oferta de numerosas versiones, con diferentes calidades y precios,
que tratan de adaptarse a las exigencias y necesidades particulares de los
usuarios.
Pero una oferta tan amplia, muchas
veces suele causar confusión, por lo que debemos aprender a identificar los factores claves que inciden en la calidad
de este tipo de luminarias.
La mayoría de las publicaciones
especializadas, coinciden en señalar, que hay seis componentes claves que
debemos tomar en cuenta a la hora de seleccionar luminarias LED.
1. El Chip
El chip
es el acrónimo de la expresión
en inglés - Consolidated Highly Integrated Processor -,
es un circuito integrado en donde se colocan los LED’s, (light-emitting diode) o diodos emisores de luz. Estos
elementos suelen agrupar un numeroso grupo de LED’s, pudiendo adoptar diferentes
arreglos o configuraciones.
Ahora evaluaremos la evolución de
los CHIP’s más comúnmente utilizados por los
fabricantes
2. El Driver o
fuente de alimentación
Los
LED no se conectan directamente a la corriente,
sino que
requieren de un convertidor
de tensión,
por
lo que el aprovechamiento real de la energía eléctrica de un LED depende
también en gran medida de este convertidor.
Una fuente de alimentación apropiada
influye en la eficiencia y la estabilidad de la luminaria. De la calidad y duración del
driver depende en gran medida la durabilidad de los chips.
Existe
sin embargo una nueva generación de chips que no requieren drivers (driverless), capaces de operar directamente
con el voltaje de red, entre 85V y 300V y potencias de hasta 50W.
3. La placa base
Es la placa de circuito impreso o PCB
(Printed Circuit Board), soporta
las
conexiones de los componentes
electrónicos,
como las conexiones del chip y las vías de disipación del calor.
Según
el
sistema de evacuación del calor utilizado puede componerse de distintas capas y
materiales (principalmente aluminio y cobre además de otros materiales
conductores).
4. El sistema de
gestión térmica
La clave en la durabilidad de
cualquier componente o dispositivo eléctrico es la disipación del calor.
Los LED emiten menos calor que otras
fuentes de iluminación artificial, pero no significa
que no lo generen. El calor, al contrario que una lámpara incandescente,
sale en la dirección contraria a la luz, lo que influye en la duración y
funcionamiento de la lámpara LED. Por este motivo es necesario “extraer” ese
calor, ya que hasta el 90 % de la energía puede llegar a perderse.
Cómo
ya indicamos el calor generado por las luminarias LED depende en gran medida de
los chips utilizados. Los chips de tecnología SMD generan más calor que los
Micro LED o los COB, por lo tanto requerirá disipadores de mayor tamaño.
Las
nuevas luminarias LED con chips COB, han permitido reducir el calor y por tanto
el tamaño de los disipadores, por lo que ahora podemos observar luminarias mas
potentes y ultra delgadas.
5. La óptica secundaria
La óptica secundaria es el conjunto de
lentes exteriores que determinan la distribución de la luz emitida por el LED,
comportándose además como amplificadores ópticos. La forma y composición de las
lentes que forman la óptica secundaria puede variar en función de las
necesidades de iluminación y distribución de la luz que se requieran. De esta
forma, según la forma de la lente, el haz de luz puede hacerse converger o
divergir.
6. Difusor óptico
El
difusor óptico es el cuerpo envolvente que realiza el enfoque del haz luminoso
(ángulo de apertura) y define, en conjunto con los anteriores, la eficiencia
total de una luminaria, expresada en lúmenes por vatio (lm/W).
El
nivel de iluminación (E) medido en lux que llega al plano de trabajo de mide en
lúmenes por unidad de superficie (E=lm/m²). Mientras mayor sea el ángulo de
apertura menor será el nivel en lux que obtendremos en plano de trabajo.
Por eso, es conveniente contar con el
asesoramiento de un profesional que nos aconseje sobre qué tipo de óptica
secundaria es más conveniente para el uso que vamos a dar a nuestra instalación
LED.
La sección DB HE 3, las normas ASHRAE y el Código Eléctrico Nacional | HABLEMOS DE LUMINOTECNIA
Redactado por: Ing. Wilmer Colina | 08/08/2017
Como se comentó en tema anterior la
normativa internacional sobre edificaciones, se ha venido adaptando a las
exigencias sobre eficiencia energética, derivadas del Protocolo de Kioto
(diciembre 1997), El Acuerdo de Paris (diciembre 2015) y el más reciente
Acuerdo de Hamburgo (julio 2017), en donde se ratifican los acuerdos
anteriores.
En lo que respecta a la eficiencia
energética en instalaciones de iluminación, el gobierno español emitió en el
2013 la sección DB HE 3, que establece el
Valor de la Eficiencia Energética VEEI (W/m2) por cada 100 lux, mediante la siguiente expresión:
1.‐
La eficiencia energética de una instalación de iluminación de
una zona, se determinará mediante el Valor de la Eficiencia
Energética VEEI (W/m2) por cada 100 lux, mediante la siguiente expresión:
P: Potencia de
la lámpara más el equipo auxiliar (W)
S: Superfície iluminada
(m2);
Em:
Iluminancia media
horizontal mantenida (lux)
2.‐ Los VEEI límite en recintos
interiores de un edificio se establecen en la tabla 2.1.
En la tabla 2,2 se indican la
densidad de carga máxima
(W/m²) de los equipos de iluminación incluyendo los equipos de arranque.
Nota: Los valores de W/m² establecidos
en el C.E.N. aun se usan en los cálculos para cargas por iluminación en el
país, pero están bastantes alejados de estándares internacionales actualizados.
Nos corresponde a los diseñadores
de iluminación, adaptarnos a esos estándares de eficiencia energética y reducir
los W/m², pero sin desmejorar los niveles adecuados de iluminación. Una buena
sugerencia es adoptar sistemas de iluminación LED, ya que nos permite reducir
hasta en 80% la potencia de los sistemas convencionales.
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