Redactado por: Ing. Wilmer Colina | 13/03/2017
En el Tema 1, abordamos la definición de flujo luminoso y en el Tema 2, sobre la eficiencia o eficacia luminosa de una fuente de luz, en este tema abordaremos los criterios que debemos tener en cuenta al momento de seleccionar una luminaria.
Primero
definamos lo que es una luminaria. Las luminarias son aparatos que sirven de soporte a
las lámparas (bombillas) para su conexión a la red eléctrica. Se componen
básicamente de un cuerpo, las bases (sócates) y un conjunto óptico.
Existen
numerosos tipos, tecnologías y fabricantes de luminarias, por lo que elegir la
luminaria más adecuada, puede resultar en ocasiones engorroso, ya que debemos
llegar a un gran compromiso entre los aspectos técnicos y económicos.
El Acuerdo
de París, acuerdo dentro del marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, estableció una serie de convenios de
obligatorio cumplimiento por parte de los países firmantes, tendientes a
mitigar el calentamiento global en un contexto de desarrollo sostenible.
Debido a que los sistemas de
iluminación, representan entre 25 y 30% del consumo mundial de energía, no es
de extrañar que se realicen importantes esfuerzos por mejorar esas cifras, por
eso podemos resumir, que los aspectos más importantes que debemos tener al momento
de seleccionar una luminaria, sean:
·
Eficiencia Energética
·
Reducción de riesgos ambientales
·
Mejora de las prestaciones
Eficiencia Energética
El rendimiento de una luminaria viene definido como la relación entre el
flujo luminoso emitido por la luminaria y el flujo luminoso total emitido por
las lámparas
El
rendimiento está directamente relacionado con la tecnología aplicada.
La tecnología
aplicada en los sistemas LED, permite dirigir el flujo luminoso directamente
hacia el plano de trabajo, por lo que evita las pérdidas que generalmente en
una luminaria convencional. Las luminarias de tubos fluorescentes presentan una
eficiencia entre 30 y 75% contra un 95% de rendimiento de una luminaria LED.
Debido a su
tamaño compacto, las luminarias LED permiten no sólo orientar el flujo luminoso
directamente hacia el plano de trabajo, sino que también han permitido la mejora del flujo
luminoso mediante la aplicación de la “amplificación óptica” y el Efecto Purkinje,
comentado el Tema 1.
Reducción de riegos ambientales
Las
tecnologías con la que aún se fabrican la mayoría de las fuentes de luz
convencionales, presentan grandes impactos desde el punto de vista ambiental.
Las
luminarias que utilizan lámparas de luz mixta, fluorescentes y halogenuros
metálicos, presentan un alto contenido de mercurio, el cual es necesario para
generar el gas por donde se sucede el paso de los electrones. Además del
mercurio, este tipo de lámparas genera una gran cantidad de rayos X y rayos
ultravioletas, que se convierten en luz visible mediante las capas fosforadas
aplicadas al vidrio que las contiene. Lo que ha convertido su disposición final
en un grave problema ambiental.
Por otra
parte las luminarias que utilizan lámparas fluorescentes y lámparas de alta
intensidad de descarga (HID), como metal halide y vapor de sodio, utilizan
sistemas de arranque mediante balastos, que tienden a aumentar el consumo
eléctrico.
Otro aspecto
no menos importante es que las luminarias convencionales son más voluminosas
que las que aplican tecnología LED, por lo que su fabricación conlleva un mayor
uso de recursos, que va precisamente en contra de los señalamientos del Acuerdo de Paris ya mencionado.
Mejora de las prestaciones
Por su carácter
compacto, los sistemas LED presentan la más alta versatilidad desarrollada
hasta la fecha, pudiendo adaptarse a cualquier circunstancia, desde cintas LED
para sustituir las luces de neón hasta potentes reflectores para aplicaciones
industriales y deportivas.
Entre las
mejoras de prestaciones respecto a los sistemas convencionales podemos destacar los siguientes:
- · Mayor rendimiento del flujo luminoso
- · Menor consumo eléctrico
- · Tamaño compacto
- · No usa elementos contaminantes como el mercurio
- · No genera rayos X, ni ultravioletas
- · Mayor durabilidad
- · Más económico que la mayoría de los sistemas convencionales.
El último
aspecto pudiera ser el más determinante, porque los sistemas LED representan la
mejor relación de precio-valor de todas las tecnologías existentes en el
mercado. Aunque a primera vista el valor inicial de los sistemas LED, parezcan
más onerosos que los convencionales, su larga vida útil y el menor consumo
eléctrico (entre 3 y 4 veces la convencional), pueden reducir la inversión
inicial de acometidas, cableado, banco de transformadores, sistemas de
protección, etc, a niveles muy inferiores a la tecnología convencional, además
de reducir sustancialmente los costos de operación y mantenimiento.
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